domingo, 17 de septiembre de 2017

La Nube, como estudiamos hoy.



Por Grace Navarro

La tecnología es atractiva, seductora, pero también fuerte, avasalladora, por eso nos ha llevado por tantos caminos nuevos en donde encontramos otros hábitos de consumo, de aprendizaje, de “alimentación” cultural, de participación política, de vivencias de ocio y qué decir de las relaciones interpersonales. Pero ¿sabes dónde han cambiado los horizontes también? En la educación.



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De entre todas las sorprendentes innovaciones que pasan frente a nuestros ojos, se encuentra esa tecnología global llamada “la Nube”. ¿Y por qué es sorprendente? Porque quién iba a pensar hace tan solo unas décadas que existiría un lugar “intangible” donde podríamos guardar tanta información, y que dicha información y su mecánica de uso nos permitiría vivir la vida y la escuela de una manera tan diferente.

La Nube ha modificado nuestra experiencia de aprendizaje significativamente, nos ha dado la oportunidad de llevar la escuela a rincones inesperados, a horarios impensables, desde lugares distantes, nos ha permitido construir en equipo de forma remota y tener, literalmente, en la palma de la mano nuestra información.



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Esa caja virtual es un vehículo en un mundo donde todo se ha vuelto inmediato, portable y responsivo. Y si el ritmo y las dinámicas de vida son diferentes, pues también tiene sentido que las herramientas educativas lo sean. De ahí que la Nube se haya constituido como una aliada cuando de estudiar, informarse y aprender se trata. Eso sí, es verdad que hay ciertos requisitos para hacer uso de ella como el acceso a computadora, tablet o smartphone y además una conexión a internet. Pero para aquellos que por fortuna tenemos acceso a la Nube, contamos con excelentes ventajas en cuanto a la academia se refiere, aquí te comparto 8:

1. Podemos guardar considerables cantidades de información sobre nuestro estudio en curso y de una forma ordenada. Esta última suena como una característica insulsa, sin embargo, los diseños amigables y estructurados de aplicaciones como Dropbox nos facilitan la organización de nuestras materias y, me atrevo a decir, de nuestra mente.

2. La mayoría de las aplicaciones de este tipo tienen una versión gratuita y es quizá la característica que más amamos. Muchos de los que estudiamos, tenemos responsabilidades y aún no somos millonarios, por lo que ahorros en disco duro extraíble, tarjetas micro SD, equipo más sofisticado o cualquier otro resulta ideal para nuestra cartera.



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3. Aunado al punto anterior, gracias a la fabulosa Nube podemos hacer un respaldo gratuito de nuestra información. Quizás en una versión gratuita no podremos guardar toda nuestra producción académica desde el preescolar pero aun así puede ser de gran utilidad. Además, para aquellos que se sienten más poderosos, es posible pagar una mensualidad para ampliar la capacidad de almacenamiento y agregar características como recuperación de datos eliminados o atención telefónica 24/7.

4. Podemos compartir información con cualquier persona de prácticamente cualquier lugar del mundo. Para los estudiantes, esta característica nos facilita el trabajo en equipo permitiéndonos optimizar nuestros tiempos para tener solo las reuniones presenciales necesarias, así como trabajar de forma remota con personas que se encuentran en otras ciudades o países. Para los maestros puede ser una grandiosa herramienta para guardar información o planeaciones de sus clases, e incluso para subir presentaciones o documentos que quieren compartir con sus alumnos. Hay quienes dicen que los alumnos pueden tener un mayor grado de comprensión de la materia gracias a que el material de estudio está accesible para ellos todo el tiempo.

5. Podemos ser selectivos en cuanto a quien le compartimos la información y de forma muy fácil. Las características de aplicaciones de la Nube como el Drive de Google, nos permite compartir carpetas o archivos con las personas que elijamos, sin complicarnos la vida. Un simple botón cambia las características de acceso. Así podemos compartir información específica con ciertos compañeros, alumnos o maestros, según sea el caso.


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6. Gracias a las aplicaciones de la Nube, es posible subir material como videos, GIFS y presentaciones, lo cual enriquece la experiencia del alumno. Además, es importante considerar que la mayoría de las personas somos muy visuales, por lo que este tipo de material refuerza, sin duda, la adquisición de conocimiento.

7. Podemos tener la información más actualizada al instante. Si un archivo cambia, al momento podemos subirlo nuevamente a la Nube y permitir así una comunicación más directa y eficiente. En algunas aplicaciones es posible trabajar en la aplicación sin necesidad de descargar el archivo como en el Google Drive. Además, en algunos es posible crear archivos colaborativos, en los que varias personas podemos trabajar incluso al mismo tiempo. Sin duda, esta característica resulta toda una ventaja para el trabajo escolar en equipo.

8. La tecnología actual nos permite acceder desde cualquier lugar y desde distintos dispositivos a la Nube. Esto se traduce en optimización de tiempos, en respuestas más veloces y en la posibilidad de hacer trabajos y tareas prácticamente en cualquier momento.


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Como puedes ver, la Nube ha venido a transformar nuestra experiencia y forma de concebir la educación. Cada vez somos más los alumnos que encontramos en esta tecnología una valiosa herramienta para afrontar los retos escolares en un mundo veloz e interconectado. Y ahora que el estilo de vida nos lleva a muchos a estudiar de forma virtual, qué mejor ayuda que una tecnología que permite la inmediatez, la interconectividad y la colaboración, ya ves, todas esas características de este mundo en el que vives.

¿Qué aplicaciones existen en la Nube? Infinidad. Yo he utilizado bastante Google Drive y Dropbox. Pero entre otras famosas están:

  • Google Docs
  • Microsoft OneDrive
  • Amazon Cloud Drive
  • Mega
  • MediaFire
  • Box
  • SugarSync
  • BitTorrent Sync

¿Tú cuál usas?




Referencias:

-JARAMILLO, R. (2015) “Inicios del Internet” Compilación, IEU Universidad, México. 
-Vela, Alfredo (2014). Nube: conceptos, usos y aplicaciones. En Slide Share. Web https://es.slideshare.net/alfredovela/nube-conceptos-usos-y-aplicaciones



6 comentarios:

  1. Bueno el blog, pero me surge una duda, cuál de los proveedores de este servicio esta más enfocado al manejo de la información con fines educativos,¿son todos iguales o alguno posee alguna particularidad que lo distinga?

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    1. Gracias por leer Noé. Te cuento que en mi experiencia yo he podido hacer uso de Drop Box y Drive con muy buenos resultados, tienen grandes ventajas para el trabajo colaborativo. ¿Una aplicación específica para fines educativos? Hasta el momento no conozco alguna pero creo que sería una gran idea algo más especializado. Finalmente el objetivo de todo esto es facilitarnos el día a día.

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  2. Interesante la información. La tecnologia avanza cada vez más rápido. Lo importante es usar esta información de manera productiva. Ojala todos tomaramos algun breve curso o inducción a estas herramientas para saber cual es más indicada para diferente tipo de información

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    1. Tienes razón Jorge, creo que la clave está en identificar cómo podríamos utilizar este tipo de aplicaciones para el estudio o nuestra profesión. Tal vez hay alguna que haría nuestro trabajo mucho más fácil y no la conocemos o de plano, ni sabemos de su existencia.

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  3. Ciertamente la inmediatez de la comunicación nos ha llevado a un camino más ágil y "sencillo" utilizando la Nube como una herramienta para nuestro día a día. Sin embargo, yo me cuestiono si esta inmediatez no pierde la esencia más pura del aprendizaje. La educación se ha tornado, en mi punto de vista, un tanto intangible. Es cierto, tenemos muchas herramientas que nos ayudan a nuestro proceso, pero qué tanto de nuestro aprendizaje se queda allá arriba en la nube y qué tanto se queda realmente en nuestra mente.

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    1. ¡Gracias por tu aportación! Me parece que tu reflexión es interesantísima porque finalmente ese es uno de los retos de la educación contemporánea: generar aprendizajes valiosos con la ayuda o a pesar de la tecnología.

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